Mostrando las entradas con la etiqueta Historias de mis tiempos mozos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Historias de mis tiempos mozos. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de septiembre de 2009

Puedo escribir los versos más tristes esta noche...

Si, si puedo...

Pero mejor les cuento de cuando me cogí a una morra saliendo de una graduación bien pedos todos.

Resulta que ps se graduaban un montón de compas y un wey me invitó y la madre y ps yo ni quería, tenía como hueva de eso que pones un putero de pretextos, hasta que no te han crecido los pelitos del escroto ¡lo que sea! Pero ps total que me dije a mi mismo: "no mames, son tus cuates, aparte eres como poquito menos que Dios para ellos, vas a iluminar la fiesta wey, a huevo, además estás bien guapo y tienes un pitote... ándale, báñate y ve, no le hagas a la mamada".

Y pues ya chingue pelos, a regañadientes me lancé al desmadre, pasó un cuate por mí creo o algo así, el pedo es que dejé mi nave en el depa y ps ya llegué y ps lo típico, la cena, echar trago como pendejo brindando con todo puto mundo hasta con las lámparas y la verga, y en eso ps ya nos paramos a bailar y yo haciendo un cagadero con todo mundo, cantando y bailando y sintiéndome Luismiguel pero sin el hueco entre los dientes.

Llegó el triste momento de que cortaron la música y yo en mi enfiestadez en chinga empiezo a cantar una rolita bien pegajosota y a bailar por entre las mesas y la banda bien pedota siguiéndome y la madre. Y ps ya que el pinche after en el antro y nosequé y ps ya ahí vamos toda la banda y ps a seguir el pedo otro rato, y ps ya como a eso de las 5 am que nos salimos del antro, de pura mamada que me encuentro a una morra que siempre me la encontraba en las fiestas de la universidad y siempre me la quise bombear y ps nunca se dejó y se hacía la dificil, ya saben como el pedo no les voy a explicar mucho, pero ps total que "¿qué onda? ¿cómo estás? ¿a donde la party?" y ps ya me invitó a un afterafter y ya viéndola pedona ps dije "como dice la cerveza pacífico: de aquí soy!" y vámonos que me subo con ella en su nave y ahí vamos a casa de la chingada y pinche party bien aburrida.

A medios chiles la peda en una de esas que entró ella al baño me esperé afuera y cuando iba saliendo que la empujo pa'dentro de nuevo y tómala mi reina que me la empiezo a atascar a besuqueo frontal sin piedad. Y ps a como beso de chingón, para pronto estabamos en pinche fajesón como de esos de peda de prepa, ya saben como.

Salimos juntos del baño y los que estaban esperando se quedaron sacados de pedo, rápidamente nos despedimos porque le dije que ya no había alcohol y que en mi casa yo tenía, y que tenía hasta unos patines que le podía regalar. Ya ps en chinga ahí vamos a mi depa y claro pinche alcohol ni lo tocamos, nos trenzamos durísimo, nos fuimos a mi cuarto y tómala toda mi reina que se la dejo cayetano rubio como 3 veces, luego nos quedamos jetones ya como en la mañana el pedo, nos despertamos un rato después y vámonos ricky otros 2 3 para que no diga que no, y ps ya me dijo que tenía que llegar a su casa y la madre, y yo "ps simón, no mams, chida la banda" y ps ya se fue y todo, la acompañé a la puerta y creo que no me la volví a encontrar como en 2 años.

No le pedí teléfono ni nada, ni la tengo en messenger ni mucho menos, pero el día que me la encontré, como que nos vimos con ganas, pero ps yo iba con otra morra que me iba a estrenar ese día, así que ps ya será dentro de otros dos tres años que se le vuelva a hacer y me agarre pedón y valemadre.

Y pues si, pinches poemas tristes que se vayan a la mierda.

jueves, 23 de abril de 2009

El que se enoja pierde

Si, supongo que muchos ya lo sabían: El que se enoja pierde. Y viene ahora al tema porque, por más que trato de mantener el bajo perfil, pasar desapercibido, dejar que la naturaleza fluya y simplemente dejarme llevar sin influir en los procesos que cruzo por el camino (hasta dejando de postear hasta que la divina inspiración decida visitarme), resulta que alguien quiere hacerme víctima de chantajes y calumnias; pretenden difamarme para quedar bien con una simpática chica de quien supongo gozo de sus simpatías también.

Pero ¿qué caso tiene el intento de difamarme? En realidad ninguno, mis acciones hablan por sí mismas y no tengo nada qué ocultar. Es tan absurdo como cuando por coraje intentabas madrearte al novio de la morra con la que querías, pero a fin de cuentas, sólo servía para que, o una de dos, te partieran tu madre de lo lindo, o madrearas al wey y la morra se fuera a consolarlo y simplemente pensara todavía más cabrón que valías verga, en cualquiera de los casos todo apuntaba a la misma conclusión: el que se enoja pierde.

Que tristeza me da alguien que por "ganar" una competencia, prefiere poner sus esfuerzos en derribar a los rivales, que en mejorarse a sí mismo. Es una pena que el espíritu de competencia y de libre mercado se vea ensombrecido por actitudes derrotistas como esas. No se si sólo sea yo, pero en mi visión de las cosas, sabe mejor un triunfo por méritos propios, que ganar por desacreditar a los demás.

Recuerdo en una ocasión que estábamos en la contienda por la mesa directiva de la sociedad de alumnos en universidad, yo iba como presidente y las elecciones en una carrera tan apática como Ing. Electrónica nunca habían tenido tanta competencia ni tanta concurrencia en las urnas, que no eran urnas por cierto, eran computadoras el pedo; pero bueno, las campañas estuvieron reñidas y pues obviamente todos creíamos que teníamos el triunfo en nuestras manos por momentos.

Yo, definitivamente desarrollé una estrategia de campaña basada en mis previos conocimientos de política, pues había participado en algunas campañas políticas contendientes a gobiernos en el mundo real. No quiero ahondar en detalles porque tampoco se trata aquí de revelarles el truco del mago, el pedo es que con todos los contratiempo y demás (eramos la planilla aparentemente más desorganizada), llegó el día de las elecciones y toda la banda votando, y las gorditas botando y así el pedo. Las elecciones terminaban a las 6 pm me parece y justo estaba yo saliendo de una clase a esa hora cuando recibí la llamada del presidente del comité electoral del campus:

- Futuro Dr. BuenasChambas, necesito que te presentes en las oficinas de la Federación de Estudiantes lo más pronto posible o antes si es mejor.

- No te entendí una chingada, pero ahí voy.

Y ps ya me lancé a esa madre ps pensando que era para ver los resultados, que según las instrucciones no estarían los resultados como hasta las 9 pm, pero bueno, igual fuí al argüende porque me encanta pues el pedo y la neta siempre había morras bien buenas por ahí rondando.

Total que llegué y me pasaron a una oficina con una mesa redonda y una laparita así como de pinches gangsters a punto de decirme que el primo Michael estaba durmiendo con los peces o un pedo así. En la mesa se me explicó que estábamos como en una corte marcial pero no era marcial, osea en una corte normal, pero de delitos electorales o una mamada así. Estaban presentes el presidente de la Federación de Estudiantes, el presidente del Comité Electoral, el subsecretario de finanzas navales militares (o un pedo así, no me acuerdo) y los otros dos contendientes a presidentes de las otras planillas.

Se me informó que nuestra planilla había sido demandada por unas causas que me parecieron, a decir verdad, patadas de ahogado. Por reglamento con cada demanda que procedía se descontaba un porcentaje de los votos recibidos, luego de deliberar y que expuse mis argumentos al respecto, se decidió que, no recuerdo bien si sólo una o las dos demandas que tenía en contra procedieron. En realidad sólo expuse que consideraba absurdas las acusaciones, que no tenían nada que ver con la elección, pero decidí no intentar detenerlas.

Me parecía incomprensible el coraje o la impotencia que orillo a ambos competidores a demandarnos, si en realidad eramos amigos todos y no parecía que debían llegar las cosas hasta ese punto, pero bueno, sus razones habrán tenido. Yo me mantuve siempre sereno, confiando en que las cosas las habíamos hecho bien; siempre cordial con todos y esperando como resultado no el triunfo de mi planilla, sino de la planilla que mejor hubiera hecho las cosas.

Minutos más tarde luego de salir de aquella corte marcial que no era marcial, se empezaron a develar los resultados de la elección; yo me encontraba obvio cotorreando, intentando ligarme a alguna morra, cuando se acerca a mí el presidente de la segunda planilla más fuerte para felicitarme, con un gesto de "chin, la cagué" me deseó el mejor de los éxitos y me felicitó por el trabajo de la campaña: habíamos ganado la elección a pesar de las demandas interpuestas. La presidenta de la tercera planilla no tuvo la cara siquiera para despedirse.

Cuando tuve la curiosidad de revisar los resultados a detalle, me dí cuenta que por la demanda me habían quitado como 3% o 4% de los votos, pero que habíamos ganado por el doble de votos de nuestro más cercano competidor. Me quedó muy claro que mi teoría se reafirmaba: vale más hacer las cosas bien, como deben hacerse, que intentar desacreditar a los contendientes para llegar primero.

Así que en conclusión: vendo videos de cómo conquistar morras, para informes dejen sus comentarios banda.

Llévelo! Llévelo!! Bara Bara!!

domingo, 21 de septiembre de 2008

Mythbusters

El Pelón Metoerces: Hola, bienvenidos a una edición más de Mythbusters bla bla bla bla...

El otro wey: Simón, en el programa de hoy queremos bla bla bla bla...

El Pelón Tencajo: Y para comenzar tenemos a nuestro padre y reportero estrella BuenasChambas, que nos va a demostrar la falsedad del siguiente...

Mito: "Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad"

BuenasChambas: Pues si, fíjate pinche Pelón Melames que es puro pedo esa mamada de que los niños y los borrachos dicen la verdad, y para comprobarlo les voy a contar una anécdota que me sucedió ya hace unos años...

Corría el año de 1997, el sol del mediodía calentaba las tranquilas calles de mi vecindario de adolescencia. Salí de mi casa dispuesto a pendejear un rato con el buen Checo Chaquetas y cuando hube recorrido la cuadra y media hasta su casa, toqué el timbre y una voz que sonaba bastante ahuevonada me gritó desde el interior "ayyy vaaaa", a lo cual no tuve más remedio que esperar de pie afuera de su casa.

Luego de aproximadamente un minuto de espera silenciosa, al levantar la mirada, pude notar que se aproximaba caminando por la banqueta un señor de baja estatura, de tez morena, bigote, y lo más notorio: ORINADO de pedo. Su caminar recorría zigzagueante la banqueta sobre la cual yo me encontraba y al ubicarse lo suficientemente cerca, se aproximó a mi con una sonrisa deforme por los estragos del alcohol en exceso y me dijo de la manera más borrachísima buenaonda: 

Don Ahogado de Pedo: Oiyeee, es que yio quierooo ser tu amigooo

BuenasChambas: Mmmmm?? :S  Ooooookey

Don Ahogado de Pedo: Ppppero en seriooo, no me tires a loco, yio quiero que seamos amigos, neta

BuenasChambas: No ps ta bien Don, vamos a ser amigos no hay pedo

Total que para no hacerles el cuento muy extenso, el Don me estuvo chingando como por 10 minutos que quería ser mi amigo y la chingada, y yo queriéndome ver bien buen pedo y pensando en que igual pudiera tener hijas chidas, ps le decía que simón que no había pedo, que eramos brothers y la puta madre.

Ya cuando pude convencerlo de que sí eramos cuates del alma y casi me juró que ibamos a ser compadres y la gerber, siguió su lastimera jornada briagadal rumbo a su hogar. Me empezó a valer madres en relación directa con la distancia que recorría el cabrón y no'más se me quedó la sonrisa burlona de ver tales desfiguros en un señor con facha de responsable.

Luego de un par de días me topé con el mismo Don, pero completamente sobrio sobre la misma acera. Me disponía gentil y sonriente a saludarlo cuando el wey, apretando el paso, puso la cara más seria del mundo y avanzó muy presuroso junto a mí sin siquiera voltear o hacer mueca alguna.

Fue la primera vez que me dí cuenta que la amistad eterna es puro pedo, y que los borrachos y los niños NO siempre dicen la verdad.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Unicornio

Bety, ese es el nombre de quien mucho tiempo fue mi unicornio. Tengo que explicar en este punto a qué me refiero con "unicornio" para todos aquellos que pudieran no entenderme: el unicornio era en la mitología un animal imposible de atrapar, dando entonces como resultado que el concepto de unicornio sea aplicable a algo que sólo podemos admirar sin siquiera intentar atrapar, pues es imposible.

La ví por primera vez cuando entré al tec y quedé cautivo ante su belleza, que aun cuando no era la más sorprendente que había visto, su semblante me inspiraba y había algo en su expresión y en su mirada que la llenaban de misterio ante mis ojos. Ella era de nuevo ingreso también y por esa causa, aunque en carreras completamente distintas, nos cruzábamos siempre en los pasillos y hasta en la biblioteca.

Algunos de mis amigos y amigas se enteraron que la consideraba mi unicornio y cada vez que podían, me hacían saber cualquier cosa sobre ella. Durante años jamás me atreví a hablarle, y pensarán "¡que puto!", pero había una fuerza increíble que me hacía desvanecer ante la sola idea de pararme frente a ella para decirle "hola". No es que sea tímido, aunque quizá a veces soy algo ranchero; el caso es que muchas veces me guío por mis instintos y de alguna manera jamás sentí que fuera el momento indicado para hacerlo.

Pasó el tiempo, conocí a mucha gente a través de las diferentes clases y de alguna manera me fuí aproximando, sin quererlo, a su círculo de amigas. Resultó que Paulina, amiga de Gaby, a quien conocí en clases de fotografía, era muy amiga de Bety. Alguna vez platicando con Pau y con Giselle, que por cierto se caía del Taipei 101 de buena y de guapa, salió a la plática Bety y confesé que me gustaba; rápidamente Pau se interesó en el tema pero instintivamente disminuí la importancia del asunto y cambié de tema sin hacer aspavientos.

Siguió pasando el tiempo y cuando comencé como presidente de la sociedad de alumnos de mi carrera, me hice buen amigo de Juan, el presidente de su carrera; cosa más sorprendente aún sucedió cuando me enteré de algo inesperado: Bety formaba parte de su mesa directiva. A través de lo diferentes eventos y reuniones del consejo estudiantil nos empezamos a topar más a menudo, no recuerdo bien si desde antes ya la saludaba pero sí puedo decirles que estos hechos lograron que el saludo se diera más natural.

No estoy seguro si fueron mis nervios o si era su personalidad tan seca, pero todas las pocas conversaciones que tuve con ella fueron como una extensa llanura. Jamás logré sentir algún relieve en nuestra limitada interacción, como si todas mis reacciones instintivas anteriores por evitarla hubieran sido justificadas por una certeza sospechada de que las cosas no funcionarían. Poco a poco fuí replegándome nuevamente a la posición de simplemente admirarla, idealizando todas esas características que yo sé que no tenía y abandonando esa idea absurda de querer atrapar un unicornio.