Más vale maña que fuerza

Desde que tengo uso de razón (47 milisegundos después de la concepción) siempre invariablemente y por diversas circunstancias achacables al primer pretexto semibueno que se me atraviese, he sido un pinche huevonzazazazazazazazo de lo más más pior. A cada momento guío mi vida por la regla del menor esfuerzo, sin descuidar en todo momento las metas trazadas, claro está, pero lo más huevonamente que se pueda.

Incluso mi trabajo se trata de eso, de idear las maneras más fáciles y eficientes de llevar a cabo procesos, que además puedan ser ejecutados por un sistema no humano y que me requiera la menor cantidad de recursos posibles para el mantenimiento y el soporte técnico. En pocas palabras la meta es desarrollar algo, por una sola vez, que se encargue de hacer la chamba mía y de la mayor cantidad de personas que se pueda en repetidas ocasiones y con eficiencia y calidad.

Tons pues resulta que todo esto viene derivando de que estaba platicando con mis hermanos el fin de semana y recordé los límites a los que me llevó mi huevonada y mi falta de edad:

Con tan solo 5 o 6 años de edad, comencé la dura labor de ir a la escuela y esos pedos; me gustaba ese desmadre de aprender y la chingada, pero me caía como patada de mula furiosa directo a la entrepierna toda esa pendejada de hacer tareas y planas y las putas tablas del 7 y todas esas pendejadas por las que nos hace pasar el sistema educativo.

Recordaba entonces en la charla familiar la pinche ridiculez pendeja de que, según me acuerdo, me encargaban un chingo de planas con oraciones como "La casa roja de juanito se cayó sobre su abuelito" y pendejadas así que no recuerdo muy exactamente, el caso es que me acuerdo que una vez tenía que hacer como 700 planas y tablas y resumenes y cuanta pendejada de primaria se les ocurra y ps claro que como buen huevón vale madre no hice nada en todo el tiempo que tuve para hacerlo y luego ya el día anterior a la entrega estaba yo bien pinche preocupado hasta la madre por ese pedo y entonces me encerré en mi cuarto y acá bajando la voz y la chingada empecé a hablar con Dios y que le digo:

-ya, neta Dios, haz mi tarea no seas culo, tú eres todopoderoso y ese pedo no seas cabrón para tí pinches 700 planas son como mover 2 nanometros una hoja de un árbol en pachuca, ándale acá de compas wey, neta... y me cae, te lo juro así por lo que más quieras que no le digo a nadie, me hago wey así yo chitón ni una palabra y hasta me cae que borro de mi mente ese pedo de venderle mi alma al diablo, cómo ves?? se arma??

Y pues ya me estuve un ratillo ahí y dije -a huevo, el que calla otorga- y sobres que le digo -sale pues, voy a dejar aquí mis libros cerrados en lo que haces mi tarea y en una media hora que se acaben los thundercats regreso a ver si no la cagaste o algo- y ya me fui y regresé cuando comenzó la pendejada esa de "partidos políticos" y tómala cachetón que ni una letra había escrito Dios en mis cuadernos ni nada y le dije -ay cabrón, de seguro te la estás mamando wey, pero neta ya no mames, tratos son tratos, te doy otra media hora- y ps dale que me fuí a ver los halcones galácticos y cuando regreso que me encuentro para mi sorpresa con que cero tarea hecha...

Ps ya caí en el recurso número uno de las mujeres y los niños huevones desesperados: que le lloro acá bien dramático el pedo de que me iba a cambiar de religión y la verga... y naaaadaaa...

Puuuuta, me cae que utilicé todos los medios de chantaje conocidos o por conocer y ni madre que no jaló el pedo y me chingaron con esas tareas y le mandaron a hablar a mi mamá y me puso un cagadón de la reverga regresando a la casa ese día.

Recuerdo que así fue como perdí mi fé en Dios.