domingo, 23 de agosto de 2009

Vida Defeña episodio 1

Varios meses y varias entrevistas después, luego de que se atravesó una de las peores crisis económicas de la historia moderna, y por si fuera poco el virus AH1N1 VH1 RH+, finalmente fuí contratado para trabajar en la vacante que buscaba. Dicen que cae más rápido un hablador que un cojo, y yo no pude ser la excepción a la regla: años enteros afirmando a los cuatro vientos "no wey, ni de mamada me iría a vivir al DF, tendrían que llevarme a billetazos". Y bueno, finalmente no fue ni tan a billetazos, pero el puesto me interesaba bastante y significa trabajar para una empresa que desde que la conocí la he admirado bastante.

Ahora, un mes y medio después de haber llegado a la capital del país buscando mi fortuna, o por ponerlo más claro: buscando salir de mi desfortuna, aquí estoy, ya instalado como al 90% en mi nuevo departamento, que de nuevo no tiene mucho el wey, pero para mí sigue siendo novedad. Pasé alrededor de 3 semanas y cachito viviendo en hoteles, que no lo niego, está nice, pero definitivamente pierde el encanto cuando ya lo has hecho regularmente durante algunos años.

En realidad ya me sentía necesitado de volver a tener mi propio espacio, hacía ya 6 meses que había dejado atrás mi vida de playboy en Querétaro por causas muy diversas que para mis amigos más cercanos son bien conocidas. El punto es que vivir 6 meses como trotamundos, despertando algunos días en un hotel gran turismo con vista al mar, otros días despertando en casa, con la familia, viviendo una vida que ya me parece muy ajena, y otros tantos días despertando en otros diversos puntos de la república, en casas de amigos, viviendo la vida loca, como que no me acomodaba del todo. Si me gusta salir, viajar, conocer, es una parte que siempre aprecié de mi trabajo anterior y que en este nuevo trabajo permanece en mi vida, pero definitivamente me gusta regresar y llegar a un lugar que yo sienta mío, mi espacio con mis cosas, desde donde pueda planear la conquista del mundo, o pensar a quién se la puedo dejar caer en el próximo fin de semana.

Ahora en esta nueva etapa ya tengo un plan más estructurado de lo que quiero para mi vida, todo lo que vivi en estos años pasados me enseñó lecciones muy valiosas, y por las cuales tuve que pagar un precio bastante alto, pero bueno, peor hubiera sido no aprender. Ahora tengo un trabajo más estable, tengo una idea más clara de las cosas y personas que quiero que permanezcan en mi vida, y definitivamente sé que cuento con el apoyo necesario para lograrlo.

Lo que va de mi vida hasta ahora en el DF ha sido bastante tranquilo, sin sobresaltos mayores. Vivo en una zona tranquila y mi trabajo me queda relativamente cerca. Tengo muchas cosas cerca y buenos accesos viales para todas las zonas de la ciudad. Encontramos un departamento de buen precio y excelente ubicación. Ya tengo roomies, uno, un amigo de antaño y otro, que aunque apenas lo estoy conociendo me cae bien, es buena onda el vato.

Creo que tengo unas vecinas chidas, pero sólo las he visto una vez, quizá sólo pasaban de visita. En general no tengo muchas maneras de conocer morras chidas, pero bueno, eso con el tiempo habré de solucionarlo. Mis posibilidades de fuckbuddies acaban de desvanecerse, por lo que tendré que luchar con mejor estrategia para conocer mamitas. El gym ya casi queda descartado como opción, porque me voy a inscribir al de la chamba, que contando con que es una empresa de ingeniería, pues mayormente habrá machines y pues ni pa'donde hacerse, lo bueno es que está nice y me sale baratón.

Cuando me toca visitar a los clientes es cuando he tenido oportunidad de ver morras chidas, hay corporativos donde trabajan unos forraaaazoooos de morras, lo triste del asunto es que no soy tan hábil como para sacar plática a una morra que pasa frente a mí por 2 segundo cuando estoy discutiendo temas laborales con los clientes; debo averiguar la manera.

La opción de salir al antro y ligar ya no me es lo suficientemente atractiva, y mucho menos aquí en el df, aunque podría borrar esa imposición de mi mente si encuentro un bar donde toquen buena música, y apenas hace un rato estaba viendo que aquí cerca de mi depa hay un buen candidato, ya luego que pueda lanzarme sabré si me equivoqué o no. De cualquier forma los fines de semana que se pueda me lanzaré a las parties con mi bandita queretana, que no falla en el dancefloor.

Dicen que en esta ciudad la gente se vuelve loca, yo tengo mis dudas pero también he visto casos raros que no me permiten dejar de sospechar que sea cierto. Ya que asesine a algún vecino con un tenedor sabré que es neta el pedo. Mientras tanto: se buscan morritas sabrosas pa'venturas fogosas! Informes aquí.

2 comentarios:

jess dijo...

Espero que yo sea una de esas amistades que deseas conservar ehhhhhh?

Jum!

Pues morrito, así es esto, todos somos los arquitectos de nuestra propia vida.

Me da gusto leerte así.

:)

Abrazotototote Propulsorito!

Mar dijo...

Jajá: "Ni tan a billetazos".

Que disfrutes tu estancia en tierras defeñas. Uno nunca sabe cuándo la vida vuelve a dar vueltas y termina uno hasta el otro extremo ganándose la vida de manera inimaginable.

Besos.